El escritor y miembro de la Real Academia Española (RAE) Luis Mateo Díez ha sido reconocido con el Premio Nacional de las Letras Españolas 2020, según ha anunciado el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, a través de la red social Twitter. Este galardón, concedido por el Ministerio de Cultura, está dotado con 40 000 euros.
El jurado ha destacado «que su singularidad como escritor en diversos géneros es heredera de una cultura oral en la que nace y de la que registra su progresiva desaparición». Además, a ello se suma «una técnica y un lenguaje poético de extraordinaria riqueza y una preocupación constante por la dimensión moral del ser humano», han añadido.
Luis Mateo Díez Rodríguez ha conseguido además en dos ocasiones el Premio Nacional del Narrativa. En 1987 con La fuente de la edad y en el año 2000 con La ruina del cielo.
No es el único académico que ha recibido este premio. Francisco Ayala, Miguel Delibes o Ana María Matute han sido algunos de los históricos galardonados y, más recientemente, los autores Luis Goytisolo (2013), Emilio Lledó (2014) y Carme Riera (2015).
LUIS MATEO DÍEZ
Elegido el 22 de junio de 2000. Tomó posesión el 20 de mayo de 2001 con el discurso titulado La mano del sueño (algunas consideraciones sobre el arte narrativo, la imaginación y la memoria). Le respondió, en nombre de la corporación, Manuel Seco.
El escritor Luis Mateo Díez, licenciado en Derecho y funcionario jubilado del Ayuntamiento de Madrid, colaboró entre 1963 y 1968 en la revista poética Claraboya. Con la trilogía formada por El espíritu del páramo, La ruina del cielo y El oscurecer, creó su propio territorio imaginario: el reino de Celama, metáfora rural y «ventana a lo más hondo y misterioso del corazón humano». Celama saltó de los libros a los escenarios con una adaptación teatral, representada en varios festivales internacionales, que obtuvo el Premio Rivas Cherif de la Asociación de Directores Teatrales (2005). En 2000 Luis Mateo Díez fue distinguido con el Premio Leonés del Año y en 2014 fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de León.
Traducida a distintas lenguas, su obra literaria ha sido objeto de tesis doctorales en universidades españolas, europeas y americanas. Entre los galardones que ha recibido figuran el Premio Café Gijón por Apócrifo del clavel y la espina (1972), el Premio Ignacio Aldecoa por Cenizas (1976), el Premio Nacional de Narrativa (1987 y 2000) por La fuente de la edad y La ruina del cielo —con las que obtuvo también el Premio de la Crítica—, el Premio Castilla y León de las Letras (2000), el Premio de la Crítica de Castilla y León por Los frutos de la niebla (2009) y el Premio Francisco Umbral por La cabeza en llamas (2012). Ha publicado sus novelas cortas reunidas en un solo volumen titulado Fábulas del sentimiento. En 2013 donó a la Biblioteca Nacional de España varios manuscritos de novelas y apuntes preparatorios. En 2014 llegó a las librerías La soledad de los perdidos y en 2015 apareció su obra Los desayunos del Café Borenes.
Algunas narraciones de Luis Mateo Díez han sido adaptadas al cine, como el cuento Los grajos del sochantre, recreado en la película de José María Martín Sarmiento El filandón, o la novela La fuente de la edad, rodada por Julio Sánchez Valdés para Televisión Española.
El 22 de diciembre de 2015 fue galardonado con el Premio de Literatura de la Comunidad de Madrid.
En octubre de 2016 la Universidad de Alcalá de Henares y la Saint Louis University de Madrid le dedicaron a José María Merino y a Luis Mateo Díez el congreso internacional «El arte de contar».
En marzo de 2017 publicó Vicisitudes, presentada el 6 de abril en Madrid.
En febrero de 2018 apareció El hijo de las cosas. En junio de 2018 habló de los mundos imaginarios en el ciclo «Cerebro: creatividad», organizado por el Instituto de España.
En mayo de 2019 trasladó la irrealidad y la fantasmagoría a los cuatro relatos de Gente que conocí en los sueños.
En noviembre de 2019 salió a luz su novela Juventud de cristal, un relato sobre la fragilidad de esa época de la vida, «pero no en un sentido generacional o testimonial, sino sobre el mito de esa edad». En este mismo mes participó, junto a los académicos Soledad Puértolas y José María Merino, en el foro «Recuerdo y escritura» del XVI Congreso de la ASALE, celebrado en Sevilla.