Auster, conocido por sus obras magistrales como La trilogía de Nueva York, Leviatán y La invención de la soledad, deja un legado literario profundo e imborrable. Sus novelas, caracterizadas por explorar temas existenciales como la identidad, la memoria, el azar y la pérdida, cautivaron a lectores de todo el mundo.
Nacido en Newark, Nueva Jersey, en 1947, Auster se consolidó como una de las voces más importantes de la literatura estadounidense de posguerra. Su estilo narrativo único, que combinaba elementos de la novela negra, el realismo mágico y la metaficción, lo convirtió en un referente para las generaciones venideras.
Más allá de su prolífica obra como novelista, Auster también destacó como poeta, traductor, guionista y director de cine. Su colaboración con el cineasta Wayne Wang en películas como Smoke y Lulu on the Bridge lo acercó aún más al público y reafirmó su versatilidad como artista.
La partida de Paul Auster significa una gran pérdida para el mundo de la literatura. Su talento excepcional y su visión singular del mundo lo convirtieron en un maestro de la narrativa que trascendió fronteras y generaciones.